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  Stranglehold
 


                                                              

Apadrinado por John Woo, Stranglehold nos propone una dosis de acción desenfrenada y sin complicaciones, tan sencilla y directa como las propias películas del director.


Acción Made in China


¿Quieres conocer a mis dos amigas?

Aunque le pese a los cinéfilos más pedantes, John Woo ha marcado un antes y un después (en su etapa china, al menos) en el cine de acción. Sus escenas de tiroteos interminables, el gusto por la espectacularidad y sus guiones sencillos han hecho las delicias de los amantes de la acción más garrula y su paso a los videojuegos era casi lógico. Y así ha sido. De hecho, Stranglehold es una secuela de Hard Boiled (Hervidero), la película más celebrada del director, con el protagonismo en ambos casos de Chow Yun-Fat, actor fetiche de Woo.

El argumento del juego es sólo una excusa para liarnos a pegar tiros claramente. En esta ocasión, la familia de Tequila es secuestrada por la mafia china, que exigirá la colaboración del agente para poner algo de orden entre las Tríadas. Por supuesto, Tequila, que nada sabe de orden, lo que hace es liarla aún más, con sangriento resultado.


Jugabilidad

El objetivo de Tiger Hill ha sido en todo momento trasladar la acción acrobática de John Woo a un videojuego, y la verdad es que lo han conseguido. Como su versión de carne y hueso, Tequila podrá usar elementos del escenario para ganar ventaja sobre sus enemigos. Podremos deslizarnos sobre barandillas, balancearnos colgados de lámparas, lanzarnos y disparar al vuelo,… La cantidad de acciones es bastante amplia y apuntar con precisión no es un problema, gracias a la posibilidad de ralentizar el tiempo (de manera automática o manual) durante estos movimientos.

El juego premiará el estilo y el número de muertes encadenadas con una puntuación de una a cinco estrellas. Esta puntuación se va acumulando y nos permitirá desbloquear contenido adicional dentro de un menú que simula el bar de jazz que regenta el propio John Woo en la película. Los puntos de estilo irán alimentando también una barra que nos permitirá acceder a algunas habilidades especiales. Son cuatro: curación, invulnerabilidad leve con munición ilimitada, un espectacular modo “francotirador” y ejecutar una secuencia no interactiva que acabará con la mayoría de los enemigos en pantalla.


Aquí se entrenaba Rocky

La espectacular dinámica de los tiroteos, pasado el primer gozo inicial, no consigue camuflar lo repetitivo de la mecánica de juego. Básicamente, el avance por los niveles se resume en matar todo lo que se mueva, sin dejarnos ni un momento de respiro. Ni siquiera podremos aprovechar el sistema de cobertura “a lo Gears of War” para ponernos a salvo durante un momento y estudiar la situación, porque los disparos enemigos harán añicos en cuestión de segundos cualquier columna de cemento. Esto nos obliga a estar constantemente en movimiento, la mayoría de las ocasiones a lo loco, y aunque esta sensación de caos resulta muy divertida al principio, a la larga puede desbordar el ánimo del jugador.

El armamento también peca de repetitivo y apenas tendremos cuatro o cinco armas a nuestra disposición. Además, la diferencia de fuego es escasa y los enemigos caerán como moscas, empuñemos lo que empuñemos.


Gráficos

Aunque Stranglehold nos llega ahora, en realidad fue uno de los primeros juegos anunciados en usar el motor Unreal Engine 3. Como consecuencia, y a pesar del largo tiempo de desarrollo, nos encontramos ante un apartado gráfico bastante bueno pero sin el acabado de otras producciones más recientes también basadas en la tecnología de Epic.

Visualmente nos encontramos ante un juego irregular, con detalles muy buenos y otros que no lo son tanto. La peor parte se la llevan las texturas. Siendo uno de los puntos fuertes del motor, resulta bastante inexplicable encontrarnos con unas texturas tan poco definidas. Las animaciones tampoco son gran cosa y quitando las excelentes expresiones faciales, Tequila se mueve de manera un tanto robótica. Por el contrario, nos encontramos con escenarios sorprendentes, muy cuidados, donde casi cada elemento puede ser destruido. Y no nos referimos sólo a las numerosas cajas y demás elementos accesorios, sino que nos podemos cargar prácticamente todos los elementos de la arquitectura o, por lo menos, dañarla visiblemente. El sofisticado sistema de destrucción se ve beneficiado de una física bastante efectiva, dando lugar a un ballet de ladrillos y trozos de hormigón danzando en el aire. Todo un acierto.


Vuelve a contar ese chiste y te mato

Por último, es destacable el empeño de los desarrolladores en crear un sistema creíble de daños para nuestro protagonista. Tequila va sufriendo heridas y manchándose de sangre conforme su barra de vida va menguando, e incluso podremos ver cómo su ropa se va rompiendo. Los enemigos tampoco se quedan impunes ante nuestro plomo, pero no se quedarán en pie el tiempo suficiente como para apreciar sus heridas.


Música/Sonido

Como cumplidor puede calificarse el apartado sonoro de Stranglehold. La banda sonora es buena, sobre todo el tema principal, y casa muy bien con las escenas de acción, sin salirse de su estilo de típica música para película de acción. No esperábamos otra cosa.

Más discutibles resultan los efectos de sonido. Los sonidos de las armas, de roturas, las explosiones o incluso los gemidos enemigos suenan un poco opacos, como si los archivos estuvieran comprimidos con un bitrate muy bajo. Les falta una mayor naturalidad y calidez, aunque cumplen su papel de manera aceptable.


Multijugador

El escueto modo historia se ve completado por un interesante online. Básicamente nos encontramos con los mismos niveles del modo para un jugador pero recortados y adaptados a las exigencias del multijugador. Nos encontramos, por lo tanto, con que los mapas nos ofrecen las mismas posibilidades de movimiento e interacción, con la única diferencia de que no podremos acceder a la cámara lenta, por razones obvias. Por desgracia, no hay demasiados jugadores por el momento y a día de hoy resulta bastante complicado organizar una partida concurrida.


Edición Española


Es una CG, está claro

Por dificultades con los derechos de publicación se ha hecho imposible que en Europa podamos disfrutar de la edición coleccionista de Stranglehold, que incluía en un Blu-ray de doble capa la película Hard Boiled remasterizada en alta definición. Para los interesados, sólo podemos decir que será editada en DVD por primera vez en nuestro país a lo largo del 2008. A pesar de no contar con ese atractivo añadido, el juego nos llega con una localización bastante buena. Las voces están bien escogidas y convenientemente interpretadas, a pesar de la mejorable sincronización labial.


Conclusión

Stranglehold es puro John Woo, para bien o para mal, y nos ofrece un festival de tiros y explosiones como pocas veces hemos visto. Por desgracia, tal nivel de acción sin descanso puede llegar a saturar fácilmente y es inevitable caer en la monotonía al cabo de un rato. Stranglehold se disfruta mucho más en dosis pequeñas. Resulta un juego ideal para quemar adrenalina a ratos, pero la falta de variedad hace que se resienta en partidas largas. Es muy probable que decepcione a los que suelen tirarse la tarde entera jugando al mismo título, pero es un compañero ideal en momentos de estrés. Las infusiones de tila no pueden competir contra una hora de cargarse a una caterva de chinos de la manera más espectacular posible.


Lo mejor: La destrucción de los escenarios y la interacción con el entorno.

Lo peor:
Mecánica repetitiva. Modo campaña corto.


Gráficos: 8
Música/Sonido: 7
Jugabilidad: 7
Edición Española: 8

 
   
 
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