¿Otro FPS ambientado en la IIª Guerra Mundial? ¿Cuándo se darán cuenta de que hay más hechos históricos en los que ambientarse para crear un buen juego de acción? Ah, que se trata de Wolfenstein. En tal caso, retiro todo lo dicho, pues si alguien se ha ganado el derecho de explotar la IIª Guerra Mundial a gusto, ese es Wolfenstein.
Blazkowicz vs. Nazis
El pobre B.J. Blazkowicz no puede estar más harto de los nazis. Lleva años intentando acabar con ellos, pero cuando parece que ya no queden más, resurgen de sus cenizas. En esta ocasión todo comenzará en un buque de guerra nazi en el que BJ se ha infiltrado. En la secuencia de introducción vemos cómo lo acorralan, momento en el que decide utilizar un artefacto que reduce a cenizas a sus enemigos. Así es como da partida este nuevo Wolfenstein, que debuta en la actual generación de consolas con la intención de hacerse con un hueco dentro del competitivo mundo de los FPS.
La trama argumental gira en torno a la adoración del Sol Negro y un artefacto llamado Amuleto de Thule. Los nazis están llevando a cabo investigaciones sobre materias ocultistas que le permitan desarrollar armas mucho más poderosas que las convencionales para que al fin la guerra se decante de su parte. Para luchar contra ellos estará el agente Blazkowicz y algún que otro miembro de la resistencia en la ciudad alemana de Isenstadt. Pronto verá que los fenómenos paranormales se suceden en la zona, encontrándose con los primeros enemigos “especiales” al poco de comenzar el desarrollo. Además, BJ podrá contar con una serie de poderes especiales que le serán conferidos al encontrarse con un amuleto en las ruinas que visitará para ver qué trama la división paranormal de las SS, comandadas por Victor Zetta.
Como podéis ver, nada nuevo bajo el sol en lo que se refiere al argumento, aunque en esta ocasión adquiere un toque más cinematográfico.
Jugabilidad
Wolfenstein es un FPS puro y duro donde la acción será la única protagonista del desarrollo. Sí es verdad que se han incorporado pequeños detalles que nos recuerdan a las aventuras tipo GTA u otros juegos de acción como BioShock, pero el núcleo del juego sigue siendo 100% acción.
Como decía, Wolfenstein se ha dejado influir en cierta manera por las aventuras sandbox al ofrecer un escenario principal, que es el propio pueblo de Isenstadt, por el que podremos movernos libremente. Este escenario sirve como base del resto de misiones, a las que podremos acceder tras traspasar ciertas puertas, siendo por tanto escenarios “satélite” del pueblo. Esto ayuda a luchar contra ese defecto que tanto se comenta de la linealidad en el desarrollo de los FPS, aunque también es cierto que no lo rompe del todo al imponer un ritmo fijo e inamovible de las misiones que hemos de superar (aunque a veces hay objetivos secundarios). Eso sí, la linealidad tampoco es ninguna mala compañera en este caso, pues así se consigue mantener los índices de intensidad y emoción en cotas bastante elevadas a lo largo de todo el desarrollo.
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Sí que es verdad que ha habido otros juegos de acción como Red Faction: Guerrilla que consiguieron ofrecer un entorno abierto de una manera mucho más convincente, pero Wolfenstein tampoco ha querido abrir tanto el abanico de opciones para no separarse de la idea original que, repito, que es acción 100% sin más, en la que avanzamos por pasillos y matamos a los enemigos.
Además, para luchar contra la monotonía que pueda surgir en las entrañas de ciertos jugadores se han incluido algunas secuencias de acción muy bien diseñadas. También habrá algún que otro momento de exploración de escenarios, poderes ocultos y la posibilidad de buscar por los escenarios objetos como documentos, libros o dinero que nos ayuden a completar la aventura al 100%.
El desarrollo de las misiones es bastante divertido e interesante gracias a la IA, el diseño de los enemigos y los poderes ocultos que BJ adquirirá a lo largo de la aventura. Todo será gracias a un artefacto que le permitirá activar la energía del Velo para ralentizar la acción (una especie de tiempo bala), destacar en los escenarios objetos que pasarían desapercibidos de otra manera, equiparnos con un escudo que nos haga más resistentes o tener una mayor potencia de fuego. Aún así, no podremos abusar de estos poderes, pues la energía se agotará, aunque la podremos regenerar. Además, también habrá una serie de explosiones a lo largo de la aventura que hará desaparecer la gravedad de una determinada zona durante unos cuantos segundos. Este será el momento perfecto para matar a los soldados que, incrédulos ante la ingravidez, serán un blanco fácil.
El arsenal disponible contendrá algunas armas reales como el MP40, el Kar 98 o un lanzallamas, y otras más “fantásticas” como el Rayo de Tesla, que nos permitirá lanzar descargas eléctricas muy poderosas. Además, podremos mejorar nuestras armas gracias al dinero que nos encontramos por los escenarios. Para poder mejorarlas basta con dar con el escondrijo de los estraperlistas y pagar la cantidad estipulada. Esto nos permitirá disminuir el retroceso del arma, recargar la munición, incorporar un silenciador, etc. No podremos mejorar todas las armas al máximo debido a que el dinero escasea, así que más nos vale saber bien qué queremos mejorar.
El elenco de enemigos al que tendremos que enfrentarnos es muy variado. Estarán los típicos soldados y otros más temibles que harán gala de una serie de poderes que los hace complicados de vencer. Se echa de menos un mayor número de jefes finales, pero también es cierto que hay enemigos comunes muy interesantes como aquellos que hacen gala de la habilidad de la invisibilidad. Sea como sea, ayudan a que el desarrollo sea entretenido de principio a fin.
Llegamos al punto de la duración de la aventura. Para completarla no hará falta muchas horas, aunque también es cierto que el juego incorpora cuatro niveles de dificultad, un montón de objetos repartidos por los escenarios (libros, documentos y dinero) que es fundamental para completar el juego al 100% y modos online que nos mantendrán entretenidos durante bastante tiempo.
Lo que quizá me ha gustado menos es la desaparición del desasosiego que me dejaban los anteriores Wolfenstein (tanto el Return to Castle Wolfenstein como el original) y la inclusión del sistema de vida de Call of Duty o similar en detrimento del indicador de vida de 100 que va bajando cuando recibimos disparos y los botiquines. Para mí eran una seña de identidad de la saga que se pierde y que lo hacía aún más atractivo, aunque no es más que mi apreciación personal.
Multijugador
Incluye tres tipos de partida: Deathmatch por equipos, Objetivo y Cronómetro. El primero no hace falta que lo explique, el segundo requiere cumplir las premisas que el juego nos da mientras el equipo contrario se defiende. Por último, la modalidad Cronómetro nos exigirá cumplir con los objetivos determinados en cortos espacios de tiempo, siendo luego el rival el que intentará cumplir con el mismo desafío.
Antes de empezar a jugar podemos escoger entre una de las tres clases disponibles (soldado, ingeniero y médico). Las habilidades especiales de ingeniero y médico son las mismas que las que podemos ver en otros juegos, mientras que el soldado no tendrá ninguna en particularidad. Eso sí, para compensar puede acceder a otras armas como el MP43 o el lanzallamas.
A lo largo de la partida iremos consiguiendo dinero al matar a nuestros enemigos o conseguir completar ciertos objetivos. Luego podremos invertir ese dinero para mejorar las armas, tal y como se hace en el modo para un jugador…aunque en esta ocasión no nos hará falta acudir a los estraperlistas. El único defecto que le encuentro es que a veces cuesta más de la cuenta meterse en una partida, y que el límite de jugadores llegase hasta los 16 o 24 jugadores.
Gráficos
Wolfenstein muestra un acabado más que correcto donde el diseño de los enemigos está bastante currado. Quizá se echa de menos un poco más de variedad de modelos para sorprender más al usuario, pero tampoco ofrece un resultado insatisfactorio.
Por otra parte nos encontraremos con unos escenarios muy bonitos y detallados que reflejan con fidelidad los horrores de la guerra gracias a la inclusión de múltiples edificios derrumbados y zonas más “fantásticas” que casan a la perfección con la saga Wolfenstein. Los efectos de luz también están bastante trabajados y el juego presenta un acabado bastante sólido, sin que haya graves defectos que le perjudiquen. Sí que es verdad que se queda un paso por detrás de los grandes del género, pero no desmerece en ningún campo visual. Lo mejor es la atmósfera que han conseguido crear y el diseño de los enemigos.
Música/Sonido
La banda sonora cumple a la perfección con su cometido. Mientras tanto, los efectos de sonido son contundentes y las voces de una calidad notable.
Edición Española
Wolfenstein viene con textos de pantalla, manual y voces en perfecto castellano.
Conclusión
Wolfenstein es un muy buen juego de acción que ofrece un desarrollo similar al que vimos en anteriores entregas, pero que se ha modernizado al incorporar alguna de las ideas que más triunfan en la actualidad. Podría haber sido más innovador, pero la verdad es que ofrece diversión de la buena de principio a fin.
Lo mejor: Modo campaña entretenido, lleno de acción y emocionante de principio a fin. El apartado gráfico. El multijugador, francamente aprovechable. Los poderes del Velo.
Lo peor: La ausencia del indicador de vida y los botiquines. El modo campaña te deja con ganas de más. Ojalá hubiese explotado más las posibilidades del multijugador, pues pinta realmente bien.
Historia: 7
Gráficos: 8
Música/Sonido: 8
Jugabilidad: 8
Edición Española: 7
Multijugador: 8
Alternativas:
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