Siempre me he sentido atraído por aquellos juegos que decidían innovar dentro de un género. Red Faction, Half-Life o Gears of War son algunos de los nombres que me vienen a la cabeza (por un motivo o por otro), pero ya tenía yo ganas de jugar en profundidad a Fracture, un título que me llama la atención desde que lo vi por primera vez en la Games Convention de 2007.
La “mentira” del calentamiento global
Fracture nos ofrece un punto de partida bastante apropiado para los tiempos que corren, pues nos sitúa en un futuro cercano donde el calentamiento global es una realidad patente, que hace que la composición de EE.UU. varíe para siempre, pues se produce una inundación enorme en el Medio Oeste del país que divide las costas del Atlántico y el Pacífico. Así, poco a poco, estas dos facciones se irán distanciando hasta que llegue a un punto donde serán enemigos irreconciliables. América, quién te ha visto y quién te ve.
Así, el bando de la costa este es el de la Alianza Atlántica, defensores del progreso conseguido por la vía tecnológica y más afines a los países de Europa. En la otra esquina del cuadrilátero está la República Pacífica, que ha traspasado los límites de la moral humana realizando experimentos genéticos con el ser humano y que será más afín a los países asiáticos.
En este contexto, nos tocará manejar a Jet Brody, un soldado de la Alianza Atlántica que deberá introducirse en el territorio enemigo para luchar por su causa… pero yo tengo una duda, ¿los demás países del mundo no pintamos nada?¿Seremos algo más que un cero a la izquierda en el futuro?¿En qué momento perdió el euro la potencia frente al dólar? En fin, que mejor nos olvidamos de las cuestiones geopolíticas y nos centramos en lo importante.
Al final, notamos que la presentación en sí y la trama argumental no están del todo aprovechadas, pues no se ha exprimido todo el jugo que tenía la situación y se han limitado a utilizar este contexto para exponer una serie de fases y misiones sin que el trasfondo de la historia tuviera más protagonismo. En fin, una verdadera lástima.
Jugabilidad
Una vez que nos pongamos a jugar, notaremos que Fracture se controla como otro cualquier FPS en tercera persona (véase Gears of War o Dark Sector), aunque nos ofrece un elemento muy novedoso y atractivo que puede cambiar el transcurso de toda la aventura: la posibilidad de cambiar la orografía del terreno.
El artilugio que nos permite hacer socavones o montículos en el suelo se llama terraformador y, como su nombre indica, sólo podrá alterar el terreno en las zonas de tierra, con lo que olvidaros de abrir boquetes en cemento, asfalto o demás materiales. No es un arma en sí, pues no podemos acabar con nuestros enemigos directamente con ella, pero sí que podemos utilizarlo en nuestro favor para cubrirnos, salir disparados o para llegar a sitios que serían inaccesibles de otra forma (bien sea porque la tierra tapa una salida o porque el saliente está demasiado elevado). Además, no gasta munición y sólo tendremos que tener cuidado de que no se sobrecaliente.
Esto nos puede inducir a pensar que Fracture tendrá unos puzzles muy interesantes, pero la verdad es que no hay muchos que nos permitan usar el terraformador… y los que hay son demasiado sencillos. Así pues, parece que la gran novedad de este título se queda algo desaprovechada, ya que su impacto en el desarrollo no es tan importante como podría haber sido.
El resto del arsenal de Jet es muy común, pues tendremos ametralladoras, rifles de francotirador, lanzamisiles, etc. Pero lo que más me gustaría destacar son los tipos de granada que hay, pues está la que crea un boquete, la que saca hacia fuera la tierra o la que atrae todo lo que está a su alrededor para luego explotar violentamente. En fin, que no será por fuerza bruta, ya que este título se ha salvaguardado con un arsenal bastante interesante.
Donde Fracture también desaprovecha parte de su potencial es en el desarrollo de la aventura, pues parece algo falto de momentos “estelares”, o cumbres, donde se supone que la trama argumental tiene que sorprendernos con algo, mientras se nos ofrece algo emocionante a lo que jugar. Así, el desarrollo de los objetivos de Fracture no consigue
asombrarnos, pues está bastante visto dentro de lo que ofrece el género a día de hoy… y, además, se vuelve un poco repetitivo conforme avance la historia.
Todo esto no quita para que pensemos en Fracture como un juego aburrido, pues afirmar eso sería una temeridad. Para empezar, porque nos ofrece un sistema de control muy cómodo e intuitivo; para continuar, porque el transcurso de la partida es bastante divertido y, para finalizar, porque la IA nos ofrece un reto bastante interesante. Así, el comportamiento de los enemigos, a los que distinguiremos perfectamente porque suelen llevar un traje de color diferente al nuestro, es bastante bueno. Se puede decir que tienen una muy buena puntería y que responden a nuestras hostilidades con acierto… aunque hubo algunas veces que parecían algo adormilados, pues tardaban en responder a nuestras ráfagas de plomo. Por lo demás, decir que los enemigos finales nos requieren de algo más de esfuerzo, aunque los enfrentamientos contra estos podían haber sido mucho más emocionantes.
Gráficos
Fracture presenta claros y oscuros a partes iguales. Por una parte presenta unos efectos de luz notables, donde destacan las explosiones y la nieve por encima del resto. Además, Jet Brody cuenta con un modelado bastante interesante, pues su traje está bien detallado. También hay que tener en cuenta el buen aspecto que lucen los escenarios aunque, a veces, parecen repetirse más de la cuenta, pues podrían haber sido más variados.
Además, hay que tener en cuenta el innovador efecto de la alteración del terreno, que resulta ser uno de los aspectos más llamativos de todo Fracture.
Por otro lado, sufriremos de alguna que otra ralentización (sobre todo en los checkpoints), unas secuencias de vídeo algo flojas y algunas posiciones de la cámara algo discutibles, pues nos pondrán en un apuro al no dejarnos ver bien qué es lo que está ocurriendo delante nuestro (ocurre a veces en los lugares más estrechos). Esto sin contar con que el diseño artístico no termina de decirnos “Oh, es algo nuevo”.
Música/Sonido
Michael Giacchino es el hombre que está detrás de la banda sonora de Fracture. Es decir, es el mismo hombre que el que está detrás de la música de las series Perdidos o Alias, los videojuegos de Medal of Honor o Call of Duty, o las películas Ratatouille, Speed Racer ó la próxima Star Trek. En fin, tiene un currículum envidiable y se ha labrado un nombre a base de buenas melodías, como las que nos acompañarán durante las batallas de Fracture.
Por otra parte, los efectos de sonido son más que correctos y el doblaje no está nada mal.
Edición Española
Fracture viene con textos de pantalla, manual y voces en perfecto castellano. Un producto muy bien cuidado en su edición española.
Multijugador
Fracture ofrece partidas hasta para 12 jugadores en 8 diferentes mapas y con varios modos de juego. Así, estarán los típicos de deathmatch, team deathmatch, captura la bandera o rey de la colina, pero el mejor de todo es el de excavación, que nos permite utilizar el terraformador en nuestro favor. Así, tendremos que defender un territorio el máximo tiempo posible… hasta que el enemigo nos lo eche abajo. Así se nos ofrece un desarrollo muy divertido y que aprovecha con éxito las funciones del terraformador.
Conclusión
Lo malo de Fracture es que su mayor innovación, la alteración del terreno, no cobra un protagonismo tan especial como debería y el resto es similar a tantos y tantos shooters. Eso sí, resulta divertido y nos ofrece una campaña atractiva y unos modos multijugador muy divertidos.
Lo mejor: La deformación del terreno. Controles intuitivos y desarrollo de la partida divertido. La banda sonora y el doblaje al castellano.
Lo peor: Se vuelve un poco repetitivo. Gráficamente podría haber estado mejor. La deformación del terreno y el argumento podrían haber dado mucho más de sí.
Historia: 6
Gráficos: 6
Música/Sonido: 8
Jugabilidad: 7
Edición Española: 8
Multijugador: 7
Alternativas:
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